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TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION Y LA COMUNICACION PARA LA COOPERACION SOCIAL EN AMERICA LATINA (TICCOS)
Ponencia elaborada para el evento Visionarios 98 |
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Autor: Irene Plaz |
Fecha de Publicaci�n: 09/03/1999 |
Contenido |
Palabras claves: |
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Localizaci�n: Ciberoteca > Archivos > esp_doc_11.html |
Documentos conexos: |
El objetivo de esta presentaci�n es compartir razones y creencias que nos han motivado a iniciar el proyecto Tecnolog�as de la Informaci�n y la Comunicaci�n para la Cooperaci�n Social (TICCOS) en Am�rica Latina y el Caribe. Como su nombre lo indica, la meta de esta investigaci�n ser� conocer las posibilidades t�cnicas y sociales de construir mecanismos de cooperaci�n (que en el lenguaje cotidiano se asocia a colaboraci�n, uni�n, concertaci�n, vinculaci�n, coordinaci�n, relaci�n, etc.) entre individuos e instituciones potencialmente responsables de promocionar la incorporaci�n de las tecnolog�as de la informaci�n y la comunicaci�n (TIC) en sectores considerados estrat�gicos para el desarrollo sostenido de la regi�n. Son muchas las razones que convergen en el deseo de promover la realizaci�n de un proyecto regional con la meta de TICCOS; especialmente entre aquellos que al asistir a Visionarios 98 delatan su inter�s en que: 1. Las TIC puedan ser herramientas que contribuyan al desarrollo sostenido de Am�rica Latina y el Caribe, con una integraci�n din�mica en la Sociedad Global de la Informaci�n; y, 2. Las TIC puedan ser un medio estrat�gico que contribuya a generar cambios en las maneras de hacer de individuos y organizaciones de todas las �reas de la sociedad, a fin de incrementar la calidad y productividad de las actividades que en ellas se realizan. Sin embargo, en esta exposici�n nos limitaremos a presentar la concepci�n de la competitividad en la que nos hemos apoyado para justificar la importancia de un proyecto con las metas normativas y pragm�ticas de TICCOS, ya que estamos convencidos que confundir competencia con competitividad se ha transformado en una barrera para construir las redes electr�nicas y sociales (en el lenguaje cotidiano sin�nimos de enlazar, unir, conectar, vincular, coordinar, relacionar) con capacidad para transformar organizaciones y naciones. Este convencimiento creci� al verificar la insistencia de especialistas regionales en recomendar la cooperaci�n como un medio de incrementar las oportunidades de individuos, organizaciones y naciones en los contextos de econom�as globales. Surge, asimismo, de la evidencia documental y emp�rica de que esta no se produce de manera espont�nea, hay que buscar mecanismos para incentivar la integraci�n, la cooperaci�n y las alianzas entre naciones, organizaciones y l�deres. Este proyecto se inscribe en la perspectiva normativa y pragm�tica de uno de los pioneros en la tarea de so�ar y actuar en funci�n de construir la Sociedad de la Informaci�n y/o el Conocimiento radicalmente diferente a la Sociedad industrial: nuevas maneras de hacer en lo productivo, lo pol�tico, lo social, lo cultural, lo individual. Entre las cinco Visiones usadas por Joneji Masuda para describir esta nueva sociedad -la Computop�a- mostremos aquella en la que se se�ala la importancia pragm�tica y ut�pica de la cooperaci�n: Mi cuarta visi�n es la realizaci�n de sociedades sin�rgicas interdependientes. Una sociedad sin�rgica es aquella que se desarrolla cuando los individuos y grupos cooperan con esfuerzos complementarios para alcanzar objetivos comunes, determinados por la sociedad como un todo. El principio funcional de esta sociedad es el sinergismo, un principio nuevo que sustituir� al de la libre competencia de la actual sociedad capitalista" La pr�xima meta de la regi�n: de la libre competencia a la competitividad aut�ntica Competitividad parece ser hoy una palabra muy de moda. De esta moda derivan dos creencias: "las TIC pueden incrementar la competitividad de organizaciones y naciones" y "la competitividad incrementa el desarrollo sostenido de las naciones". Estas creencias no s�lo est�n penetrando los mundos acad�mico y empresarial demandando una mejor plataforma de telecomunicaci�n en la regi�n en el d�a a d�a de las innovaciones, sino que, desde 1994, empez� a formar parte del discurso cuando acuerdan, como punto 13 del plan de acci�n de la Primera Cumbre de las Am�ricas: La infraestructura de la informaci�n de un pa�s - las telecomunicaciones, la tecnolog�a de informaci�n y radiodifusi�n--- es un componente esencial del desarrollo pol�tico, econ�mico social y cultural. Las necesidades del desarrollo de las infraestructuras de informaci�n son inmensas. Los gobiernos de las Am�ricas se proponen satisfacer esas necesidades dedic�ndose a acciones m�ltiples, cuando sean compatibles con sus leyes respectivas , tales como .. Esta misma semana , entre el 18 y 19 de abril de 1998, en la Segunda Reuni�n Cumbre de las Am�ricas, Enrique Iglesias, Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), present� al grupo de gobernadores de la regi�n los resultados obtenidos por diez grupos de trabajo que han dado forma a la propuesta "Iniciativa Inform�tica 2000" . En las palabras de Iglesias el objetivo de esta propuesta es "iniciar el di�logo con los gobiernos de la regi�n para ayudarlos a crear estrategias para la era de la informaci�n". Los grupos de trabajo de Iniciativa 2000 han dotado al BID del marco de acci�n que orientar� el otorgamiento de 10.000 millones de d�lares anuales durante cinco a�os con la meta de estimular proyectos orientados a:
Ofrecer 10.000 millones de d�lares anuales para "fomentar esfuerzos
cooperativos que vinculen las actividades de una diversidad
de instituciones p�blicas o privadas" puede, parad�jicamente, transformarse en
factor de competencia entre los actores regionales (empresarios, gobiernos,
acad�micos y usuarios,) interesados en estos recursos para financiar sus proyectos: En otras
palabras, puede ser un factor externo a la regi�n que
estimule la competitividad aut�ntica fomentando relaciones de cooperaci�n entre sectores en funci�n de
una meta com�n, o puede generar la competencia (en el
lenguaje cotidiano asociada a luchar, batallar, debatir, discutir, lidiar,
pelear, rivalizar, enfrentarse, contender, etc.), entre ellos por el acceso a estos recursos.
Al consultar las estrategias para la construcci�n de la Sociedad Global de la Informaci�n y las Infraestructuras Globales de Informaci�n , formuladas desde el 94 en todos los otros continentes, se observa que coinciden en construir visiones comunes, mecanismos de colaboraci�n entre actores nacionales y regionales en funci�n de incrementar su competitividad
Todo lo comentado sugiere que existen varias maneras de entender la competitividad e incluso de entender el desarrollo y, en nuestro caso, la relaci�n de �ste con las TIC, incluso entre los pa�ses ricos pertenecientes al Grupo de los Siete G7. En esta regi�n, si revisamos las estrategias nacionales, observamos predomina la idea de una competitividad limitada al �xito en el comercio exterior, a la apertura indiscriminada, a las privatizaciones y a la disminuci�n de la funci�n del Estado. En fin, a pesar de lo acontecido internacionalmente, todav�a en la actualidad se observa la creencia en la libre competencia como mecanismo espont�neo para alcanzar la competitividad y el desarrollo sostenido de la regi�n. Esta creencia deriva de lo que se ha popularizado como el modelo neoliberal, desde su perspectiva te�rica. La competitividad se limita a la capacidad de exportar o generar super�vit comerciales, a trav�s de medios artificiales como, por ejemplo, la baja de tasas de cambio o la reducci�n de gastos internos . Seg�n la Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina y el Caribe (CEPAL) esta estrategia de Apertura Econ�mica y Ajustes Estructurales implementada en la mayor�a de las naciones de la regi�n ha hecho que mejoren algunos indicadores. Por ejemplo, la tasa de crecimiento fue positiva en el per�odo 1991-1996 (3,2%) y para 1997 (5,3%) y la tasa promedio de inflaci�n fue la menor de los �ltimos cincuenta a�os (11%). Aunque el d�ficit de cuenta corriente ha aumentado de 35.000 millones a 60.000 millones, �ste est� cubierto por el flujo de capital extranjero que alcanza los 73.000 millones de d�lares (ver gr�fico sobre indicadores socio-econ�micos al final de este punto). De igual manera se eval�a su impacto en el sector de las Tecnolog�as de la Informaci�n y la Comunicaci�n en la regi�n. Los diagn�sticos indican que en los noventa hubo una marcada tendencia hacia el crecimiento exponencial de la inversi�n y consumo en varios de los rubros de este sector. De acuerdo a la informaci�n ofrecida por la Hemisphere Wiide Inter-University Scientific and Technological Information Network (REDHUCyT) , entre 1991 y 1997 , la curva de crecimiento de los Hosts en la regi�n revela cifras que pueden apreciarse en el siguiente gr�fico: ![]() Por su parte, la Asociaci�n Hispanoamericana de Centros de Investigaci�n y Empresas de Telecomunicaci�n (ACHIET) confirma esta tendencia al registrar una tasa de crecimiento del 50% (para el per�odo 1992 y 1995, p.23) de lo que se denomina como servicios de acceso a la sociedad de la informaci�n (tel�fonos, telefon�a m�vil y TV cable), acompa�ados de fuertes inversiones en proyectos de infraestructura de cables submarinos (UNISUR, COLUMBUS II AMERICA-1), de infraestructura de redes terrestres de fibras �pticas, de servicios de sistemas internacionales de sat�lites (Intelsat y Panamsat), (Hispasat) y de sistemas locales de sat�lites (Brasilsat, Morelos/solidaridad y Nahuelsat y el Sim�n Bol�var) . Sumemos a ello que en Am�rica Latina y el Caribe se gast� para 1995, 5.84 billones de d�lares en PCs y software, 7.53 billones de d�lares en 1996 y 9.37 billones para 1997, estim�ndose para el 2001 un consumo de 20 billones de d�lares . De la lectura de la abundante documentaci�n que se puede obtener haciendo uso de INTERNET se deduce que, adem�s de incrementarse la infraestructura de las TIC, se han diversificado los sectores de la sociedad en los que se utiliza y los grupos de usuarios que demandan esta tecnolog�a. Insistimos que esta tendencia se fortalecer� con la inversi�n del BID en el proyecto Iniciativa Inform�tica 2000 ya mencionado, en las �reas de agricultura, banca, fondos de inversi�n, educaci�n y entretenimiento, comercio electr�nico, sociedad civil, salud, modernizaci�n del Estado, estrategias para promover el acceso y pol�ticas de mercado. Son estas estad�sticas las que justifican el entusiasmo en cuanto a mejoras de la regi�n, resultantes del incremento de la capacidad competitiva de la misma y del fomento del desarrollo sostenido. La insuficiencia de este mecanismo de libre comercio para fomentar el crecimiento del sector de las TIC y de los indicadores del desarrollo definidos por las organizaciones mundiales, se evidencia cuando comparamos las estad�sticas por habitante respecto a equipamiento del sector en la regi�n, con las cifras de los pa�ses ricos (ver gr�fico siguiente): ![]() En este gr�fico de la ACHIET se observa que, a pesar del crecimiento exponencial de muchos de los rubros de acceso a la Sociedad de la Informaci�n, la brecha entre la regi�n y los pa�ses de mayor industrializaci�n es dif�cil de superar a trav�s de mecanismos espont�neos del mercado. El crecimiento del sector no ha garantizado a la poblaci�n (de 500.000.000 de habitantes) el derecho b�sico a la comunicaci�n como un servicio universal, definido en t�rminos de telecomunicaci�n como:
Tampoco han mejorado los indicadores del desarrollo econ�mico y social de la regi�n: vulnerabilidad frente a los desajustes del mercado externo (impacto de la crisis asi�tica), d�ficit en cuentas corrientes (resultante del aumento del valor de las importaciones sobre las exportaciones), mantenimiento del fuerte impacto de la deuda externa regional, desempleo urbano (7,5%, por transformaciones econ�micas). Como ejemplos de problemas sociales tenemos desempleo y subempleo (afectando a j�venes y mujeres con el inevitable deterioro social y el crecimiento del sector informal), pobreza, incremento de la brecha entre extremos ricos y pobres, deterioro de los indicadores cualitativos y cuantitativos de educaci�n y salud, desintegraci�n social (por desigual acceso a bienes y servicios), p�rdida de credibilidad del sistema pol�tico, violencia y corrupci�n (ver cuadros siguientes ).
Si aceptamos la propuesta de la competitividad aunt�ntica, (en el lenguaje cotidiano sin�nimo de capacidad, aptitud, experticia, talento, suficiencia) , elaborada por los especialistas de la CEPAL a principios de los noventa, esta situaci�n se explicar�a por la apertura hacia el exterior sin transformaciones productivas hacia el interior, resultando en una competitividad artificial, con escaso impacto en el fomento del uso del progreso t�cnico en la construcci�n de un desarrollo innovador. Significa que, aunque la tendencia sea al crecimiento de la inversi�n y el consumo, si no se contempla la implementaci�n de pol�ticas econ�micas y sociales orientadas a transformar la sociedad, se lograr� el crecimiento en las estad�sticas de inversi�n y consumo de infraestructuras telem�ticas hasta porcentajes similares a los pa�ses del mundo rico, sin con ello garantizar la inserci�n de la regi�n en la Sociedad Global de la Informaci�n con la debida competitividad. Resumiendo algunas de las definiciones de la aut�ntica competitividad:
Un modelo que sirve de ejemplo para ilustrar las relaciones de causalidad entre Progreso Tecnol�gico, Competitividad y Desarrollo puede apreciarse en el siguiente esquema : Desde esta perspectiva el concepto de desarrollo est� relacionado con la construcci�n de una sociedad innovadora: El objetivo de lograr una sociedad innovadora en la regi�n, competitivamente integrada en el mundo, est� ligado a la capacidad de efectuar innovaciones, no s�lo tecnol�gicas, sino tambi�n institucionales y legales . Seg�n esta propuesta:
La visi�n de aut�ntica competitividad invita a explorar caminos que contribuyan a la vinculaci�n entre los actores nacionales (gobierno, academia, empresas), por una parte, y la organizaci�n de los actores locales en redes en funci�n de metas comunes, por la otra. Uno de los mecanismos fomentados internacionalmente es justamente el de la cooperaci�n. Cooperaci�n en los proyectos de telematizaci�n regional como mecanismo para construir una sociedad innovadora con aut�ntica competitividad . Fue partiendo de esta definici�n de la aut�ntica competitividad que hemos elaborado la premisa (o hip�tesis) de la que partimos para formular TICCOS : Si reunimos los recursos (econ�micos, financieros, t�cnicos, profesionales, organizacionales), individuos (promotores l�deres) y grupos (p�blicos y privadas) en acuerdos de cooperaci�n que en cada naci�n de la regi�n en los �ltimos veinte a�os hayan promocionado proyectos de informatizaci�n y/o telematizaci�n en su �rea de actividad, el efecto sin�rgico de estos acuerdos cooperativos pudiera mejorar las oportunidades particulares de cada actor social al acceso o uso innovador de la red de redes, como quiera que se llame en un futuro. Estar�amos, entonces, interesados en estudiar las iniciativas de telematizaci�n de la regi�n que pudieran contribuir a fomentar:
Si entendemos la cooperaci�n como un proceso y no como un resultado "cuyo objetivo consiste en la promoci�n de la interdependencia mutuamente beneficiante para los participantes" una investigaci�n como TICCOS pudiera justamente ser un instrumento para fomentar: La cooperaci�n en los proyectos de telematizaci�n del sector productivo regional contribuyendo a:
La cooperaci�n en los proyectos de telematizaci�n del aparato gubernamental regional pretender�a:
La cooperaci�n en los proyectos de telematizaci�n del sector educativo regional contribuir�a en:
Y a vincular proyectos de telematizaci�n con proyectos de integraci�n regional a fin de:
Para finalizar, la perspectiva desde la cual nos aproximamos al tema de las TIC es la de una investigaci�n social sobre la telematizaci�n mundial como herramienta -o no- del Desarrollo. Desde esa experiencia, nos hemos convencido de que ser�a menos costoso y m�s eficiente la incorporaci�n de las TIC a nuestras organizaciones para fomentar la innovaci�n social y t�cnica, si aprendi�ramos a integrar las visiones de todos los campos del saber que convergen en las TIC: ingenieros, computistas, comunic�logos, documentalistas, sociol�gos y antropol�gos y, adem�s, la perspectiva de los usuarios de los sectores estrat�gicos y no estrat�gicos. Si utiliz�ramos esa multidisciplinaria perspectiva para identificar las barreras de las estructuras sociales y t�cnicas que inhiben el uso de las TIC para el cambio socio t�cnico de una organizaci�n, o actividad, identificar�amos las motivaciones y barreras de los individuos, con la intenci�n de transformar sus maneras de hacer hacia patrones que apoyen menos la competitividad y m�s la capacitaci�n de las personas para vivir mejor; en definitiva, identificar�amos los factores que inducen a la competencia a actores y organizaciones por recursos, prestigio y poder y obstaculizando la posibilidad de construir redes sociales y t�cnicas en la regi�n. Siempre pueden, si las buscamos, encontrarse coincidencias de intereses entre actores. Dejo abierta como interrogante la propuesta de Masuda: �Se puede construir una sociedad del conocimiento sin fomentar relaciones sociales sin�rgicas (cooperativas)?
Bibliograf�a
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http://funredes.org/mistica/castellano/ciberoteca/participantes/docuparti/esp_doc_11.html
Correo: [email protected] Última modificación: 23/09/1999 |