Reflexiones sobre la sociedad del conocimiento en Costa Rica
Kemly
Camacho
Costa
Rica fue ubicado el a�o pasado por el Informe sobre el Indice de Desarrollo
Humano (elaborado por las Naciones Unidas) como uno de los pa�ses con alto
potencial para insertarse en la sociedad del conocimiento. Esta ubicaci�n se ha
debido principalmente a un bajo nivel de analfabetismo, una alta cobertura
telef�nica y el�ctrica, un programa de inform�tica educativa que funciona desde
hace m�s de 15 a�os - priorizando el �rea rural -, un programa de ingl�s como
segunda lengua en las escuelas p�blicas y la inversi�n extranjera en el �rea de
tecnolog�a sumamente importante (Intel, que contribuye significativamente en el
Producto Interno Bruto del pa�s, por ejemplo). Tambi�n Costa Rica dispone de
uno de los m�s altos �ndices de desarrollo de software aut�ctono de
Latinoam�rica. Sin embargo, a�n no hay claridad con respecto a lo que significa
la sociedad del conocimiento y sus implicaciones para el pa�s. Sin esta
reflexi�n, ser� muy dif�cil preparar las condiciones para una adecuada
inserci�n de Costa Rica y otros pa�ses Latinoamericanos en esta din�mica
mundial.
Hace
algunos meses se desarroll� la Conferencia
Nacional sobre la Econom�a del
Conocimiento donde se expon�an los principales lineamientos que se est�n
impulsando para �preparar al pa�s� para la nueva econom�a. En esta actividad
participaron representantes de los diferentes sectores nacionales. Este
documento pretende hacer algunos aportes para una discusi�n sobre la sociedad
del conocimiento y las acciones que hay que emprender desde el Estado para
incorporarse en ella.
1.
La visi�n de la sociedad del conocimiento: La
Conferencia mencionada enfatiz� en la necesidad de preparar las condiciones
para que las empresas nacionales pudieran enlazarse f�cilmente con las empresas
multinacionales. Por lo que deb�a principalmente facilitarse este contacto e
interacci�n, especialmente con la creaci�n de una mejor infraestructura de
telecomunicaciones.
Sin embargo, la sociedad del conocimiento debe comprenderse m�s
ampliamente, ya que aunque no implica una transformaci�n de la sociedad
capitalista, sino m�s bien un reforzamiento de esta, si conlleva
transformaciones en las estructuras econ�micas y sociales fundamentales.
Sin �nimo de mencionar todos los cambios fundamentales, ya que no es el
objetivo de este trabajo, es importante destacar que la base de esta nueva
estructura econ�mica no es la empresa, como hasta la actualidad, sino las
redes. Esto implica que la competencia individual y empresarial, ya sea por
empleo o por productos y servicios,� no
se desarrolla ya en un mercado nacional o regional, sino en un mercado global.
Las posesiones materiales pierden importancia en esta nueva sociedad,
cuestionando as� el concepto de propiedad privada en el cual se basa la riqueza
en la sociedad capitalista. Lo que adquiere valor es el conocimiento y su
constante desarrollo, que se expresa en nuevas tecnolog�as y en nuevos
servicios. Las empresas entonces reducen sus activos, sus instalaciones y su
demanda de personal permanente, por lo que aparecen nuevas formas de
contrataci�n. Esto produce una redistribuci�n del trabajo, reduciendo a�n m�s
las oportunidades en el �rea agropecuaria, disminuyendo tambi�n la demanda en
el �rea industrial e increment�ndola en el �rea de los servicios y de
conocimiento. La proporci�n de oportunidades que se pierden en los otros
sectores es dif�cil de recuperar en el sector de servicios y del conocimiento,
ya que la formaci�n requerida para estos nuevos tipos de empleo es costosa y
permanente.
Aspectos como los mencionados anteriormente, que son caracter�sticas fundamentales de la sociedad del conocimiento a�n no se vislumbran, ni se discuten en el ambiente nacional costarricense, en los pol�ticos, en las empresas nacionales, en los centros de ense�anza, ni� en las organizaciones sociales. Uno de los aspectos m�s importantes en los cu�les incidir en estos momentos es el de crear una serie de discusiones nacionales que pongan sobre la mesa la visi�n que se tiene de la nueva sociedad, las experiencias de otros pa�ses y las implicaciones para sus pobladores.
2.
La inversi�n en paralelo: Otro de los retos
importantes que tiene un Estado como el costarricense es el de tratar de
impulsar una inversi�n en paralelo. La mayor�a de los recursos que se est�n
disponiendo para la sociedad del conocimiento se est�n orientando a la creaci�n
y transformaci�n de la infraestructura de telecomunicaciones. Se parte de la
premisa de que �lo otro vendr� despu�s�. Es decir que una vez establecida la
infraestructura, el resto de los aspectos necesarios para incorporarse
exitosamente en la nueva organizaci�n social se desarrollar�n de una manera
espont�nea, gracias a la disponibilidad de esta infraestructura.�
Sin embargo, debe incentivarse una inversi�n en paralelo. Los pocos recursos deben distribuirse entre cuatro aspectos muy importantes: a) desarrollo de la infraestructura, b) transformaci�n de los procesos de trabajo en todos los niveles, c) transformaci�n de la educaci�n escolar, media y universitaria, incorporando opciones de educaci�n permanente. d) transformaci�n del marco legal y regulatorio que permita al pa�s y a sus integrantes incorporarse �gilmente dentro de este nuevo orden social.
a.
El desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones como monopolio
del Estado: Uno de los aspectos en los que m�s se ha
insistido en la Conferencia Nacional es sobre la necesidad de eliminar el
monopolio estatal sobre el sector de las telecomunicaciones y permitir la libre
competencia para hacer m�s eficiente y m�s barata la oferta de servicios en
esta �rea. Este tambi�n es un requerimiento que est� poniendo la empresa
privada nacional grande y las multinacionales para estimular la inversi�n.
Al contrario de lo propuesto, debe reforzarse la empresa estatal
nacional que hasta la actualidad se ha hecho cargo de la electrificaci�n, la
telefon�a y actualmente las telecomunicaciones en Costa Rica. La condici�n
satisfactoria que tenemos en nuestro pa�s en cuanto a cobertura y calidad de
electrificaci�n y telefon�a (m�s del 90% del territorio nacional), se ha debido
justamente a este monopolio estatal. El sector de telecomunicaciones no deber�a
ser una excepci�n y el acceso a las nuevas tecnolog�as debe ser considerado
un derecho ciudadano. La �nica posibilidad de garantizar que las
tecnolog�as del conocimiento sean un derecho ciudadano es que estas est�n bajo
el control estatal y que este contin�e desarrollando acciones de
universalizaci�n de acceso a la tecnolog�a. Lo que es necesario es eliminar trabas
que agilicen las acciones de la empresa estatal y permitir que parte de sus
recursos sean invertido en investigaci�n y desarrollo de las nuevas
tecnolog�as.
Esta es una cuesti�n de principios, que no debe ser menospreciada por la presi�n que el nuevo modelo de desarrollo basado en las tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n pueda ejercer.
b.
Los procesos de trabajo no pueden seguir siendo los mismos: Otro aspecto que no est� claro en el ambiente pol�tico, acad�mico,
empresarial y organizacional de Costa Rica es la necesidad vehemente de
transformar los procesos por medio de los cuales se desarrollan los productos y
servicios, las acciones estatales y la organizaci�n en general.
El proceso de transformaci�n, creatividad e innovaci�n permanente que implica la sociedad del conocimiento no se comprende, ni se percibe en el ambiente nacional. Existe la percepci�n m�gica que la incorporaci�n de las nuevas tecnolog�as a los procesos de trabajo existentes producir�n por s� mismas los cambios. Sin embargo, se hace necesario reflexionar, transformar y reformular las formas tradicionales con las cuales se ejecutan los procesos. Esto implica tiempo, esfuerzos, recursos, una gran disposici�n y buena actitud para el cambio. Este es el aspecto m�s dif�cil de hacer evidente y para el cual es m�s complicado convencer a los diferentes actores de que es importante invertir esfuerzos.
c.
Una educaci�n que satisfaga m�s all� de las necesidades de las
multinacionales: Uno de los aspectos que m�s llam� la atenci�n
de la actividad fue una investigaci�n que se realiz� para orientar las
pol�ticas educativas del pa�s y la satisfacci�n del empleo. Esta estuvo basada
en las necesidades que las empresas multinacionales tienen con respecto al tipo
de colaboradores que necesitan. A grandes rasgos se habla de personas j�venes,
con niveles t�cnicos especializados y un excelente manejo del idioma ingl�s.
Aunque se reconoce el buen nivel educativo de Costa Rica, no se expresa por parte de estas empresas la b�squeda de recursos humanos para la investigaci�n, la innovaci�n, la creaci�n de nuevos conocimientos en mi pa�s. En este sentido, uno de los aspectos m�s importantes en los cu�les hay que incidir en los niveles pol�ticos es en comprender que la inserci�n en la nueva econom�a significa m�s que solamente satisfacer estas necesidades.
La inserci�n en la nueva econom�a del conocimiento requiere de nuevas caracter�sticas en la formaci�n de los recursos humanos, diferentes a los procesos tradicionales. Entre ellos, educaci�n permanente, en lugar de una educaci�n finita. Educaci�n inter y multidisciplinaria y no tanto formaciones espec�ficas y cerradas como las actuales, formaci�n en trabajo en equipos multiculturales, formaci�n hacia la creatividad, la innovaci�n y la generaci�n de nuevos conocimientos permanente, excelente uso de las nuevas tecnolog�as y los idiomas extranjeros, preparaci�n psicol�gica para un mundo de trabajo inestable y muy competitivo, de grandes oportunidades pero con altos niveles de incertidumbre y stress. Creo que este �ltimo aspecto es sumamente importante en la nueva formaci�n, as� como actualmente los curriculum de casi todas las carreras llevan algunas materias para la preparaci�n para el trabajo en el mundo de la empresa o la organizaci�n, los nuevos curricula deber�an incluir materias para la preparaci�n para el trabajo a distancia.
d.
Un marco regulatorio �gil y flexible: �Para quienes estamos convencidos de la
importancia del Estado como ente regulador del desarrollo, un Estado como el
costarricense, de car�cter universalista, garantiza en cierta medida la
redistribuci�n de los recursos y la responsabilidad por quienes tienen menores
privilegios.
Sin embargo, es claro que con el marco regulatorio actual, con las leyes
existentes y con los procesos estatales actuales es muy dif�cil que Costa Rica
pueda tener �xito en su inserci�n en la sociedad del conocimiento.
Principalmente porque la lentitud con la cual se pueden aprobar cambios y
nuevas iniciativas, no permiten la fluidez y la agilidad que implica este tipo
de sociedad. El marco regulatorio actual
limita la innovaci�n y la creatividad.
Por ejemplo, es dif�cil favorecer nuevas formas de empleo, que innoven y
cambien las que se utilizan actualmente para contratar a los colaboradores,
pero donde no se pierdan las garant�as sociales que han sido ganadas por ellos
mismos. Debe encontrarse la manera de trasformar los procesos contables
nacionales que a�n se basan en las posesiones y los activos. Debe dar soporte
al trabajo en redes y la flexibilidad que esto implica para transformar y
retransformar las instituciones y empresas que participan en ellas. Debe tener
un marco regulatorio y un apoyo financiero y de entrenamiento a la creaci�n de
nuevas peque�as y medianas empresas que trabajen en el sector de servicios y conocimiento
(actualmente se prioriza la peque�a y mediana empresa de producci�n).
El gran reto est� en como crear un marco regulatorio m�s libre y �gil
que no pierda su car�cter universal y que no permita espacios para privilegiar
�nicamente a quienes tienen m�s posibilidades.
En
conclusi�n, creo que a�n existe muy poca claridad sobre lo que significa la
sociedad del conocimiento en mi pa�s, c�mo su desarrollo nos afectar�, c�mo
podemos insertarnos dentro de esta y cu�les son las acciones que podemos tomar
en este momento para prepararnos para un futuro pr�ximo. Sin esta comprensi�n
estaremos dando �palos de ciego�, invirtiendo en cables y computadoras, creando
sitios Web de las instituciones del Estado, pero sin una claridad de lo que
significa el salto cualitativo que hay que ir construyendo con el esfuerzo de
todos los actores.
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