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MISTICA: De llave bionica y borrachos

From: Raisa Urribarri Minardi ([email protected])
Date: Tue May 21 2002 - 20:29:06 AST

> Tengo un amigo que se puso un chip bajo la piel para poder habrir la puerte
> de su casa sin llave. Me parecio una idea de borracho. Pues, aunque
> disaparece la dificultad de abrir una puerta despues de una cierta hora,
> queda todavia el problema de encontrar la buena puerta...
>
> La vida no es facil.
> Benoit

No me aguanto de copiarte este pedacito de art�culo de Federico Vegas
(Memorias en Retiro)

"El borracho viene caminando y le pregunta a un polic�a ``Ser�a tan amable
de contarme los chichones?''. El polic�a le revisa la cabeza y va contando:
``Tienes uno grande en la frente y dos del lado izquierdo.'' El borracho
explica antes de continuar caminando: ``Gracias, s�lo me faltan dos postes
para llegar a la casa''.

En este viejo chiste el escenario es t�picamente urbano: requiere de acera,
cuadras con postes en las esquinas, amable polic�a de punto y hombres que
caminan en la noche.

En una segunda versi�n actualizada, el borracho llega al condominio, se para
frente al intercomunicador y pulsa un bot�n al azar. Se escucha una voz
femenina: ``Quien?''. El borracho susurra: ``Mira... Tu marido est� ah�?''
La mujer contesta entre curiosa e indignada: ``Si... Claro que est�... Qui�n
lo solicita?'' El borracho se excusa: ``Nada, nada, tranquila mi Do�a''. As�
va el borracho probando su suerte hasta llegar a una mujer que por fin le
dice: ``No, mi marido no se encuentra, pero est� por llegar.'' Entonces el
borracho contesta, casi implorando: ``�T� podr�as bajar a ver si soy yo?''.

Mi generaci�n comprende bien este segundo escenario. Largos ratos hemos
perdido absortos frente a un intercomunicador o perplejos en un
estacionamiento. Para prevenir estos olvidos y desubicaciones los griegos
elaboraron diversas teor�as. Cicer�n comenta que el pionero fue Simonides de
Ceos, quien por primera vez plante� un arte de la memoria. Simonides, eleg�a
una sucesi�n de lugares, luego hac�a im�genes mentales de las cosas que
deseaba recordar e iba colocando cada imagen en cada uno de los sitios. La
mejor manera de recorrer ordenadamente estos espacios mentales era elegir
como sustento del paseo una arquitectura espaciosa y variada. La casa romana
se prestaba bien a estas secuencias evocadoras: Quintiliano describe c�mo la
primera idea deb�a ser colocada en las ``fauces'' (zagu�n), la segunda en el
``atrium'' (patio), las siguientes alrededor del ``impluvium'' (estanque en
el patio), y as� sucesivamente por espacios diferentes pero l�gicamente
integrados. El recorrido pod�a tambi�n ser urbano, lo importante era que los
sitios formaran un coro sin vac�os ni dudas. En cuanto a las im�genes, �stas
deb�an ser, seg�n Cicer�n, ``activas, bien definidas, y con el poder de
encontrar y penetrar r�pidamente en la psiquis". Este sistema nemot�cnico
mal puede aplicarse hoy en una ciudad que se olvida a s� misma. ]

Bienvenidos los chips de memoria...
Chaito pues
Raisa

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